Cuando a pesar del alto índice de presencia de las empresas en internet, los niveles de implantación de las mismas, es decir, los niveles de inversión en Tecnologías de Información y Comunicación siguen siendo bajos, es necesario revertir esta tendencia a partir de la consideración y reformulación de factores esenciales que atañen al TIC.
En años anteriores y en algunos casos actualmente, la empresa española ha ocupado el puesto número 14 de implantación en internet a nivel europeo, y el puesto 29 a nivel mundial, según la clasificación de TIC que elabora la Unión Internacional de Comunicaciones. Paradójicamente estos datos se dan con una presencia del 75% de las empresas de nuestro país en Internet.
A pesar de que esta tendencia se está revirtiendo, aunque sea lentamente, no está de más indagar sobre los problemas que originan estos problemas de implantación, a fin de que no se descuiden por parte de directivos y empleados de la industria, y para que el TIC implique para nuestra industria un elemento estratégico de rentabilidad y mejora general.
Podemos dividir la implementación correcta del TIC en la industria en tres fases, cada una caracterizada por sus aspectos técnicos y que hay que poner en funcionamiento.
Fase 1: debe estar basada en el descubrimiento de internet como soporte tecnológico de oportunidades por parte de la empresa. El objetivo principal de esta fase será obtener beneficios de la información presente en la red. El requisito fundamental para cumplir con éxito esta primera fase es que la empresa cuente con una o dos personas altamente cualificadas en TIC que se encarguen de la planificación del proceso.
Los agentes de cambio que se deben considerar en esta fase, y que han presentado problemas en el proceso de implantación son:
-el Informático/Técnico – Directivos/Mandos intermedios: el problema fundamental que tienen es el desconocimiento de los sitios web útiles para cada departamento. La solución es la formación personalizada de cada persona de la empresa involucrada con estos procesos.
Fase 2: en esta segunda etapa la empresa debe cumplir con la instauración de internet en sus procesos internos (eBusiness). El objetivo fundamental es digitalizar la empresa para gestionar adecuadamente y planificadamente toda la información que genera; de manera eficiente, segura y aprovechando todos los canales disponibles. En este caso, la empresa debe identificar claramente cuáles son los retornos de inversión.
Los problemas detectados dentro de cada uno de los agentes de cambio son los siguientes:
-Falta de formación en gestión de cambio: una parte de la solución pasa por incentivar a diario el cambio en la pyme. La otra parte deberá pasar por la formación universitaria completa en algunas áreas como la Informática/Técnica.
-Priorizar la venta de los propios productos y servicios en lugar de asegurar el retorno de la inversión: la solución pasa por buscar asesoría imparcial.
-Pasividad en el área de Marketing y ventas: hay que dejar de verlas como una amenaza por retribuciones de objetivos e incentivar el uso del Marketing por Internet para lograr una retribución mayor.
-Resistencia al cambio por parte de la plantilla: motivar el uso de las TIC; mostrar su uso mostrando la utilidad para cada persona.
Fase 3: sustentada en la introducción de Internet en sus procesos externos (portales). Conlleva el cumplimiento de un objetivo de gran importancia como la obtención de beneficios mediante la relación con otras empresas y con el público a través de internet. En este sentido, la empresa debe experimentar nuevas formas de colaboración. Poner en funcionamiento una Extranet para proveedores y clientes actuales, y un posicionamiento atractivo en Internet para proveedores y clientes nuevos.