Vamos a suponer que tenemos la mejor web del mundo, desde la que se venden, a unos precios de escándalo, productos imprescindibles para cualquier ser humano. Es una página, además, muy bien estructurada y, a nivel visual, perfecta. Pues, si no lo sabe nadie más que nosotros y nuestros amigos, lo único que tenemos es un montón de tiempo y de dinero desperdiciado.
Para que los clientes en potencia sepan de la existencia de una web y, llegado el caso, la busquen antes que a otras, tenemos una buena cantidad de recursos, desde el siempre costoso pago por anunciarse en los medios tradicionales hasta otros, no por menos gravosos menos efectivos.
Uno de estos recursos de bajo coste (y alta efectividad) es el que supone asociar un blog a una página web. Es tan sencillo como enlazar, desde la web, un blog cuyos links apuntarán, a su vez, hacia la página o los productos que nos interesa que lo hagan.
Hay mucho talento deseando una oportunidad de mostrarse
El principal inconveniente que suelen aducir los empresarios cuando se les pregunta por qué no existe ya una bitácora que apunte hacia su página se refiere a que no disponen de tiempo o de talento para redactar un blog asociado a su escaparate virtual.
Por suerte, para todo existen soluciones, y, por muy poquitos euros, se puede hacer uso de cualquiera de las dos que aquí se citan como ejemplo. Tal vez no sean las únicas respuestas, aunque hay que reconocer que ambas son muy buenas.
Artículos en venta
La primera de la ideas es contratar con alguien que gestione un blog cuya temática sea más o menos acorde con la empresa y los productos que vende. No vamos a nombrarlas, pero existen una importante cantidad de redes de blogs que, por un precio muy razonable, “venden” artículos de sus bitácoras, con sus enlaces, sus alabanzas o, llegado el caso, sus críticas hacia quien se haga con sus servicios.
Un blog en exclusiva
La segunda posibilidad, también por muy poco dinero, es hacerse con los servicios de un blogger que cree una bitácora en exclusiva para la empresa. Hablamos de una opción que puede ser, incluso, más barata que la de contratar artículos puntuales en una red de blogs, aunque, claro, esto supone que el redactor sepa ganarse visitas para su plataforma, entre otras consideraciones.
Sea como sea, y tomemos la opción que tomemos, es importante que se contrate a verdaderos y buenos profesionales. Una buena idea es recurrir a una empresa que se dedique a estas cuestiones y que siempre ofrece mayor seguridad que un blogger individual que por causas propias o ajenas a su voluntad, puede fallar en cualquier momento.